PASTORAL SOCIAL LA MILAGROSA

















"LA PASTORAL SOCIAL UN TRABAJO DE TODOS"


Nuestro padre fundador San Vicente de Paúl quiso formar una comunidad misionera al servicio de los más necesitados y los más pobres del mundo, para así satisfacer las necesidades espirituales y corporales de muchos ya que “no sólo de pan vive el hombre”. La pastoral social como uno de los apostolados de la Familia Vicentina cumple una labor importante en los lugares donde hay pobreza y falta de evangelización; en esta casa de formación filosófica de la Congregación de la Misión, Padres Vicentinos, ubicada en la ciudad de Medellín, nos encontramos con este proyecto en los sectores de Las Mirlas y Blanquizal tratando de cumplir lo mejor posible con los propósitos de San Vicente.
Con el apoyo moral de los sacerdotes de nuestra casa, la Pastoral Social se ha convertido en la ayuda espiritual y corporal para cuarenta familias de escasos recursos de esta localidad; las familias cada quince días reciben una pequeña colaboración que consta de un mercado, producto de la colaboración de los fieles que domingo a domingo y los veinte-siete de cada mes llegan a nuestro Santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa para participar de la Santa Misa celebrada por los sacerdotes del seminario; la colaboración de los devotos es voluntaria. Con los recursos adquiridos en este proyecto se financia cada uno de los cuarenta mercados que se entregan cada quincena, en los dos lugares de trabajo localizados en las Mirlas y en Blanquizal como ya se habia mencionado.
Pero como “no sólo de pan vive el hombre” el programa de la Pastoral Social también llega hasta los integrantes de las familias que lo conforman llevándoles el mensaje de la palabra de Dios: catequizándolos, atendiendo algunas inquietudes que ellos tienen sobre la fe y facilitándoles su participación en la Eucaristía comunicándoles el mensaje evangélico dominical por medio de la lectio divina : es la forma como se colabora con la construcción del reino reino de DIOS por parte del grupo de personas que conforman este apostolado.
Este tiene dos puntos de encuentro como ya se había mencionado: uno en el sector de las Mirlas al occidente de la ciudad y el otro en el sector de Blanquizal ubicado al oriente. Ambos lugares de trabajo están compuestos por familias de escasos recursos económicos, que muchas veces no tienen mi siquiera para la pequeña colaboración de dos mil pesos que ellos también aportan para esta causa. El costo que cada mercado puede alcanzar es de diez mil a doce mil pesos.
La labor de los integrantes de este programa está inspirada siempre por Dios y con el anhelo de servir a los pobres ya que ellos “son nuestros amos y señores” como decía San Vicente de Paúl.
La invitación es a usted señor(a) lector(a) para que visite nuestro Santuario Mariano y se haga partícipe de esta causa en beneficio de otros hermanos y hermanas.

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